BMW M
Ventajas de la suspensión adaptativa BMW M | BMW España | 27.08.2018

DESCUBRE LOS BENEFICIOS DE LA SUSPENSIÓN ADAPTATIVA DE BMW M

Se trata de uno de los elementos más determinantes para el confort y el dinamismo de un vehículo. Sin embargo, rara vez se le dispensa el interés que merece.

 

La suspensión de un vehículo blinda el habitáculo frente a posibles irregularidades en la carretera, evitando que se produzcan movimientos que causen incomodidad al conductor o a los acompañantes.

 

Resulta evidente que la elección del sistema amortiguador debe tomar en consideración, tanto el uso que se vaya a dar al coche como a las propias características del vehículo. Por ello si este elemento se adapta a los cambios que van produciéndose sobre el terreno, mucho mejor. La suspensión adaptativa de BMW es una de las claves que marcan la diferencia en la gama BMW M, puesto que permite al usuario disfrutar de una conducción deportiva sin renunciar a una confortable sensación de estabilidad. Los sistemas de amortiguación de BMW, demuestran unas increíbles prestaciones, pero es en el deportivo BMW donde muestra todo su potencial. 

 

Tecnología Adaptive Drive de BMW, innovación al servicio del confort

 

La tecnología Adaptive Drive puede encontrarse, entre otros, en los modelos de la línea BMW M. Diseñada para favorecer un estilo de conducción más dinámico, el sistema amortiguador bascula con notable fluidez y suavidad para compensar la inclinación de la carrocería. De este modo, cuando el conductor se dispone a tomar una curva cerrada a cierta velocidad al volante de su deportivo BMW, la suspensión BMW consigue limitar de manera casi absoluta en el habitáculo la inclinación que se produce en el vehículo.

 

Si tenemos presente la velocidad punta de este tipo de vehículos, ¿cómo es posible que las suspensiones respondan con tanta rapidez y no solo en carretera? El secreto es la innovadora función FlexRay que se encuentra presente en el sistema Adaptive Drive y que se encarga de transferir datos a gran velocidad. De este modo, los sensores del coche se hallan permanentemente comunicados entre sí y las suspensiones reaccionan de modo prácticamente inmediato cuando se produce una inclinación en la carretera.

 

Para que los usuarios puedan adaptar al máximo la respuesta de las suspensiones, BMW ha dispuesto dos configuraciones diferentes: una convencional para desplazamientos rutinarios y otra deportiva para experiencias mucho más de competición.

 

Una suspensión adaptada a cada circunstancia

 

Adaptive Drive actúa en estrecha colaboración con el sistema Dynamic Drive y el Control Dinámico de la Suspensión para garantizar que, sea cual sea el estilo de conducción, las suspensiones respondan con suavidad. Para ello, los sensores del deportivo BMW vigilan permanentemente parámetros como la velocidad, las fuerzas de inclinación o la posición del volante.

 

Con toda esta información, rápidamente transmitida a las suspensiones como ya hemos visto, la basculación se lleva a cabo sin perder la estabilidad y, por consiguiente, sin comprometer la seguridad. De hecho, cuando la superficie sobre la que se circula presenta diferencias a cada lado del coche, el sistema Adaptive Drive se encarga de ajustar las suspensiones para que la experiencia sea más uniforme. Esta tecnología tampoco impacta de manera negativa en los frenos, reduciendo incluso la distancia de frenado. De este modo, la suspensión adaptativa de BMW no se limita a hacer más confortables los trayectos, sino que los hace más seguros.

 

 

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