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Financiación y empresas BMW | 20.01.2020
¿QUÉ ES MEJOR PARA MI EMPRESA? ¿RENTING O LEASING? | BMW ESPAÑA
¿Cómo decidir entre renting o leasing de BMW?
Una de las preguntas más habituales entre los empresarios y autónomos sobre las soluciones de movilidad de sus negocios, suele ser si les conviene más un servicio de renting o leasing. Se trata de una duda muy frecuente, pues ambas modalidades comparten algunas de sus ventajas, pero realmente son dos modelos de financiación de vehículos muy diferentes.
Las principales diferencias entre el leasing y el renting
Aunque ambos formatos se basan en la figura jurídica del alquiler, aunque hay una diferencia fundamental que sirve para distinguir los dos productos:
• El leasing es un arrendamiento financiero con opción de compra al final del contrato. Esto significa que, si contratas tu BMW por leasing, tras la última cuota podrás ejercitar la opción de compra del coche que has estado usado hasta entonces.
• El renting es un arrendamiento sin opción de compra. A la hora de la finalización del contrato no tienes más que devolver tu BMW y cambiarlo por otro.
Esta diferencia fundamental nos permite ya distinguir con claridad entre renting y leasing. Si tienes la intención de mantener tu vehículo cuando finalice el contrato, lo lógico sería la contratación de un servicio de leasing. En cambio, si lo que te interesa es ir renovando tu flota cada cierto tiempo para mantenerla siempre actualizada, lo que más te conviene es el renting.
Características específicas del leasing
La principal ventaja del leasing es que al pagar la cuota, estás amortizando parte del capital del coste del vehículo.
Por tanto, a la hora de abonar la última cuota, tienes derecho a ejercitar la opción de compra para que la propiedad del vehículo pase a ser de tu empresa. Por otro lado, los gastos derivados del uso del vehículo corren por cuenta del titular del leasing, como el impuesto de rodaje, los mantenimientos periódicos, las averías...
Los elementos del renting, en detalle
Al contrario que el leasing, el renting se parece más a un alquiler puro, ya que, al firmar un contrato de renting, contratas el alquiler de un vehículo durante el plazo que establezca dicho acuerdo, normalmente entre 24 y 60 meses.
Durante ese tiempo, la obligación de quien lo contrata es pagar solo una cuota de alquiler, en la que van incluidos todos los gastos relacionados con el mantenimiento, seguro, impuestos, asistencia en carretera…
Las empresas que optan por el renting se benefician de la comodidad de gestionar sus flotas de un modo más eficiente, ya que no tienen que estar pendientes de todos los gastos, ni molestarse en vender los vehículos según vayan finalizando los contratos.