DIFERENCIAS ENTRE EL COCHE DE EMPRESA Y EL PARTICULAR | BMW ESPAÑA

Cuando una empresa adquiere un nuevo vehículo debe ser consciente del tratamiento fiscal y contable que va a tener el vehículo, puesto que el nuevo coche va a pasar a formar parte del patrimonio de la empresa. Además, los costes asociados al coche también deben contabilizarse conforme marca la legislación española. Por ello, en este artículo abordaremos los siguientes temas: 

• Qué es un vehículo de empresa. 

• Las peculiaridades de los vehículos de uso particular. 

• Por qué se distingue entre vehículo de empresa y de uso particular. 

 

 

 

A grandes rasgos podemos decir que un vehículo de empresa es cualquier coche que se compra a nombre de un negocio, con la intención de que el automóvil contribuya a realizar las actividades propias del mismo. Por ejemplo, si una empresa compra una serie de vehículos para que los empleados se desplacen de un lugar a otro con el objetivo de cubrir las necesidades propias de su puesto, entonces estaríamos ante un vehículo de empresa. 

Los vehículos de BMW son la opción preferida para muchas empresas por razones como la alta tecnología que equipan, sus elevados niveles de seguridad y confort, así como la calidad y el estatus que transmiten.

 

 

 

 

Un vehículo de uso particular sería aquel que tiene un uso tanto a nivel profesional como personal. En este caso, se trataría de un automóvil que sirve para hacer los desplazamientos que sean necesarios con motivo de la actividad profesional, pudiéndolo usar también al llegar el fin de semana o durante los períodos de vacaciones sin ninguna restricción. 

 

 

 

 

Pese a que un vehículo figure como propiedad de una empresa, a nivel fiscal la administración tributaria puede tener diferentes consideraciones. De este modo, si un vehículo de empresa se utiliza únicamente con fines laborales -para ir al trabajo o asistir a reuniones- la compañía podría desgravarse hasta 100% del IVA. Es lo que sucede, por ejemplo, con los vehículos comerciales como las furgonetas.

En cambio, si el uso del vehículo es compartido entre un uso profesional y un uso personal, la compañía podría ahorrarse un 50% del IVA al adquirirlo. Este último, suele ser el método más utilizado por las diferentes compañías, ya que permiten a los empleados disfrutar de una manera más flexible de sus vehículos. En el caso de los autónomos sucede lo mismo, por lo que suelen decantarse por esta vía que les permite compatibilizar el uso laboral del vehículo con el personal.

En definitiva, este tipo de distinción dependerá de cómo la compañía quiera adquirir ese vehículo, ya que de ello dependerán los beneficios fiscales que se le apliquen. Para los empleados, contar con un vehículo de empresa, implica numerosas ventajas, como las económicas -derivadas de los costes de mantenimiento- o la posibilidad de renovar el vehículo cada cierto tiempo sin ningún coste.