DESCUBRE TODO LO QUE NECESITAS SABER SOBRE LOS MODELOS M DE BMW

Crear un diseño perfecto no es fácil. Se tienen en cuenta una gran cantidad de factores: superficie, pintura, color, materiales… Pero nada tan significativo como un diseño aerodinámico.

Para crear obras de arte como el BMW i4 M50, los diseñadores e ingenieros de BMW unen sus esfuerzos e ideas para encontrar la combinación perfecta entre estética y funcionalidad.

En los diseños deportivos no se deja nada al azar: cada detalle tiene su función. La aerodinámica es crucial, por lo que detalles tan minúsculos como el ángulo del retrovisor o unos centímetros de más juegan un papel imprescindible en todos y cada uno de ellos.

Los elementos exclusivos de los modelos M aportan un extra de dinamismo: las tomas de aire del faldón delantero M, ahora más amplias, permiten que el motor pueda respirar. A su vez, enfrían los discos de freno protegidos por las exclusivas llantas de aleación ligera M.

A simple vista, podemos apreciar las llamativas branquias M en los laterales, al igual que los vistosos tubos de escape dobles en los modelos de combustión.

En BMW, con cada nuevo modelo se reinterpretan todos y cada uno de los detalles. Así, la innovación está siempre presente.

Su construcción inteligente combinada con su bajo centro de gravedad y reducidas masas no suspendidas, además de un bastidor rígido y una suspensión y amortiguación que se adaptan a todo tipo de adherencias de la carretera, dan como resultado una interacción completamente fluida entre aceleración y frenada.

Diseño asombroso, funcionalidad impecable.

En el caso de los motores de los modelos M, no hablamos de motores de serie con prestaciones mejoradas. Es mucho más que eso: es todo un estudio y desarrollo independiente basado en la tecnología usada en deportes del motor, pero adaptadas a la carretera.

Los motores M son símbolo de calidad.

Además, una cosa es segura: con tu BMW M obtendrás prestaciones imbatibles, tecnología única y optimización a raudales.

Acelerar en un modelo M es una maravilla. Para que te hagas una idea, el BMW M5 CS pasa de 0 a 100 km/h en 3 segundos, el M8 Competition Cabrio en 3,3 segundos, y el BMW i4 M50 en 3,9 segundos, siendo este último completamente eléctrico.

Con el tiempo, se han ido mejorando las prestaciones versión a versión, implantando nuevas tecnologías que mejoran tu experiencia de conducción, para que te sientas como en un coche de carreras.

Así, en los últimos años hemos podido observar la incorporación de algunos avances como el M TwinPower Turbo, el cigüeñal forjado o el control de válvulas completamente variable entre otras funcionalidades.

Independientemente del número de cilindros, tu motor BMW combinará la máxima potencia con la máxima eficiencia. Un paso más hacia la perfección.

En definitiva: tu BMW M combina un diseño progresivo, deportivo y moderno, con una aerodinámica excelente. Disfrutarás de sus grandes prestaciones tanto interiores como exteriores, con unos acabados impresionantes y una potencia estimulante.

Aprovecha la innovadora tecnología que nuestros expertos han desarrollado para unos automóviles que se mueven con agilidad y soltura en el circuito de pruebas más exigente del mundo.

El espíritu de la competición en cualquier carretera. Dónde quieras, cuándo quieras.