29.05.2019

PRINCIPALES ELEMENTOS QUE MEJORAN LA DINÁMICA DEL BMW SERIE 8

Uno de los retos más complicados al que tuvieron que enfrentarse los miembros del equipo de diseño del BMW Serie 8, fue conjugar la extrema deportividad de este coupé con el confort y la exclusividad que demandan los clientes de este tipo de modelos conocidos popularmente como deportivos de lujo.

Por tanto, aunque ambos factores puedan parecer contradictorios, el BMW Serie 8 integra a la perfección la esencia de ambos, gracias al estupendo trabajo que han llevado a cabo nuestros ingenieros, en lo que a dinámica de conducción y equipamiento se refiere.  

 

 

 

ASPECTOS QUE POTENCIAN EL DINAMISMO DEL BMW SERIE 8

 

Partiendo de la premisa de que los coupés de lujo como el BMW Serie 8 tienen que ofrecer un importante compromiso entre deportividad y confort —tanto en viajes largos como en trayectos urbanos—, nuestros ingenieros implantaron una serie de elementos cruciales para potenciar ambos comportamientos:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Motorización: con motores que abarcan potencias entre los 320 CV y 530 CV, cualquier conductor que quiera exprimir al máximo toda esta potencia, tiene asegurada la máxima emoción de dominar esta maravilla de la ingeniería. 
  • Tracción: la potencia sin límites necesita el máximo control. Por esa razón, el BMW Serie 8 se comercializa con tracción integral xDrive, para que el par motor se distribuya con la máxima eficiencia a las 4 ruedas, y se obtenga el máximo agarre en cualquier tipo de superficie. Además, el control inteligente de la tracción, junto con el bloqueo activo del diferencial trasero, mejoran todavía más la dinámica de conducción. 
  • Suspensión: el elemento decisivo para combinar deportividad y confort es, sin ninguna duda, la suspensión. Por eso, el BMW Serie 8 incluye amortiguación con control electrónico y control dinámico de la estabilidad (DSC) para que el tacto deportivo se mantenga siempre respetando la comodidad.  

 

 

DEPORTIVIDAD IMPLICA ESTABILIDAD

 

Cuando se lleva a cabo una conducción realmente deportiva el piloto necesita que el coche reaccione a sus órdenes con la máxima precisión. Para ello, el BMW Serie 8 se ha diseñado con un centro de gravedad muy bajo. Esta circunstancia, además de mejorar la estética -algo a lo que también contribuyen las llantas de perfil bajo-, influye asimismo en la dinámica de la conducción. 

Otro detalle fundamental es que nuestros diseñadores han apostado por una destacada rigidez torsional de la carrocería y de las suspensiones, para que el conductor sienta en todo momento el comportamiento del vehículo. 

Además, la tecnología permite minimizar mucho los posibles efectos extraños causados por las inercias a las que se ve sometido el vehículo en conducciones extremas. Sistemas como la dirección activa integral, o el estabilizador antivuelco, hacen que el conductor del Serie 8 se siente a los mandos con una mayor seguridad, asegurando siempre la máxima estabilidad en todo tipo de condiciones.  

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